DECLARACIÓN DE PANAMÁ

1. Los 11 partidos políticos progresistas de 5 países latinoamericanos colindantes con Colombia, que participamos en la "Conferencia Interpartidaria sobre Colombia: Paz, Convivencia Fronteriza y el Desarrollo", convocada en la ciudad de Panamá por el Partido Revolucionario Democrático (PRD), con la colaboración de las fundaciones Jean-Jaurés y Friedrich Ebert durante los días 15 y 16 de marzo del 2001, consideramos necesario respaldar iniciativas como la del Comité de la Internacional Socialista para América Latina y el Caribe (SISLAC), adoptada en Bogotá, el 5 de octubre de 1999.
 

2. Reiteramos que el espíritu y el propósito de dicha Resolución, es igualmente válido para todos los partidos y organizaciones progresistas y democráticas de la región, igualmente interesadas en mantenerse informados y en contribuir en todo lo que sea factible a la consecución de la paz en Colombia.
 

3. La comunidad internacional, los hermanos países vecinos de Colombia, las fuerzas progresistas y democráticas de la región tienen la responsabilidad de apoyar las propuestas y las iniciativas que buscan mantener y consolidar el fin de los desencuentros entre los colombianos, la paz, el diálogo con las organizaciones guerrilleras, el Estado democrático. Los partidos participantes en esta reunión acuerdan asimismo exhortar a la IS, a la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (COPPPAL), al Foro de Sao Paulo y a la Coordinadora Socialista Latinoamericana a coordinar e impulsar sus esfuerzos en este sentido.
 

4. Colombia, su pueblo, sus instituciones políticas y civiles, están cada vez más desestabilizados por factores internos y externos, la violencia de la guerra, la violencia de las desigualdades regionales y sociales y el crecimiento de las organizaciones delictivas, cuyos efectos colaterales están repercutiendo cada vez más sobre los países vecinos, que entre otras cosas, se manifiesta en el desplazamiento de nacionales colombianos hacia esos países y el freno que el conflicto ha provocado en la expansión de las fronteras agrícolas en las regiones colindantes. Igualmente el medio ambiente se encuentra amenazado por el uso de herbicidas biológicos y químicos.
 

5. Están surgiendo propuestas internas o foráneas que pretenden resolver con mano dura los problemas de Colombia. Sin paz, sin diálogo, sin reconocimiento mutuo, ningún país tiene futuro. La solución de estos problemas compete fundamentalmente a los colombianos, su Gobierno, sus partidos políticos, sus organizaciones sociales y los grupos armados, que estén dispuestos a la negociación. La paz, hoy más que nunca, necesita el consenso de todos los colombianos, necesita el fortalecimiento de puentes entre unos y otros, la reconstrucción de una Colombia justa y solidaria, sin ninguna clase de planes de intervención extranjera.
 

6. Hacemos un llamado a todas las partes que de cualquier forma estén involucradas en la situación colombiana, a respetar plenamente los derechos humanos y esforzarse en la humanización del conflicto.
 

7. Exhortamos a la Fuerza Pública colombiana a procurar su modernización y ceñir su actuación al Estado de derecho, e impedir que cualquiera de sus componentes mantenga vínculos con los paramilitares.
 

8. Los partidos participantes, consideramos indispensable fortalecer y ampliar la lucha contra el consumo, el tráfico de drogas y el blanqueo de capitales, y coincidimos en que la paz permitirá potenciar mucho más, este combate.
 

9. Consideramos fundamental para el progreso y la convivencia en la región, dar un impulso eficaz y audaz a proyectos alternativos de desarrollo económico y social de todas las zonas afectadas en Colombia y en las regiones limítrofes con ese país.
 

10. Instamos al gobierno de los Estados Unidos, a jugar un papel constructivo a favor de la paz en Colombia, y no un papel comprometido únicamente con la confrontación militar. Estados Unidos puede y debe prestar una especial ayuda a una salida negociada a la guerra que vive Colombia y debe contribuir a derrotar el narcotráfico, combatiendo no sólo el lavado de dinero y disminuyendo eficazmente el consumo interno de drogas, si no también respaldando al gobierno colombiano para sustituir cultivos y dar respuestas sociales al entorno que facilita el negocio de las drogas.
 

11. Por estas razones, los participantes en esta Conferencia, exhortamos a todos los partidos democráticos y progresistas de la región, a asumir urgentemente el papel que corresponde a sus principios, ayudar a un pueblo, a unas instituciones, a unas fuerzas políticas amigas, a resolver sus problemas por la vía democrática, responder a lo que esperan los colombianos para garantizar el progreso del proceso de paz ayudar a Colombia para desmilitarizar la política y darle mayor representatividad social.
 

Dado en Panamá, a los 16 días del mes de marzo de 2001.